"Cuentan que en Oaxaca con agua es el chocolate.
Dicen que en la fiesta torito se ha de quemar.
Para el que haga su manda por la pasión de Soledad."
(Video dirigido por Johnny Moreno y Lila Downs. Canción del album "La Cantina / Entre copa y copa", 2006)
"...por el cielo de Monte Albán / de noche sueño contigo."
MESMAMENTE...
artes visuales,
Ay Oaxaca,
corazón de melón,
música,
video
¡Ay, zandunga!
Porque todo se puede corporativizar...
COME FRUTAS, VERDURAS Y CHILACAYOTES
COME FRUTAS, VERDURAS Y CHILACAYOTES
MESMAMENTE...
¿celebraciones?,
Ay Oaxaca,
medios de comunicación
Carta a la amiga ausente
Dicen que todo en esta vida tiene una razón de ser, ¿verdad?
Como dice el libro: "hay un tiempo para abrazarse y uno para separarse"... o algo así. Sin embargo, siempre me resisto a aceptar que las separaciones tienen una razón de ser. Al menos, las que no decidimos.
Perdí tu pista. La facultad dejó de ser el sitio de encuentro cuando ambas terminamos nuestras respectivas carreras y cada una siguió por el sendero que sus personales inquietudes, compromisos y afectos le señaló.
¿Qué pasó? ¿En qué momento nos extraviamos entre tantos cambios de domicilio, teléfono y correo electrónico?
Hace poco pasé por el edificio donde vivías. Recuerdo la primera vez que me invitaste a tu casa, un piso muy iluminado y que de alguna forma, era lo suficientemente espacioso para tu hermano (a quien sólo conocía por apariciones tan súbitas como breves), tu mamá, un tanto seria, aunque siempre muy amable conmigo (sospecho que no le agradaba mucho que la llamara señora) y tú. Aquella vez vimos La muerte en Venecia echadas en la cama de tu cuarto, comiendo pizza. Y fuiste la única persona a la que le gustó mi cassette de cantos gregorianos.
Comenzamos por coincidir en el taller de teatro. Después, terminamos por confluir en gustos y pasiones comunes. El cine. La música. Lecturas. Yo estaba alucinada, pues siempre mencionabas montones de nombres de libros, artistas y canciones que nunca había oído. Como tampoco había conocido a nadie con una sensibilidad tan intensa como la tuya.
Un dia te anuncié que ya sabía qué cosas eran importantes para mí y sin las cuales no podría vivir: leer y escribir, en ese orden. Estuviste de acuerdo conmigo, pues también eran importantes para ti en la misma medida, aunque no en ese orden como me lo demostrabas al compatir conmigo aquellos los poemas y cuentos que comenzabas a escribir.
Ya ha pasado un buen rato desde la última vez en que te vi. Fue un encuentro muy rápido en plena calle. Apenas si hubo el tiempo suficiente para intercambiar saludos y la promesa "te llamo luego".
No estás perdida, sino ausente.
Entre todos estos caminos que vamos transitando también espero el momento en que volveremos a confluir. Sea en breve o no, espero que todo lo que pareció importante, con la desesperación y el deseo de nuestra adolescencia, siga siéndolo ahora, a nuestros treinta y tantos.
Y yo espero ese momento en el que nos veremos para platicar sobre todo lo que nos ha pasado en este tránsito hacia la llamada "madurez"; sobre lo que hemos dejado atrás y a lo que permanecimos fieles. Lo que nos ha lastimado y lo que nos hizo crecer.
Hasta ese momento, Brenda, cuídate y recibe mis mejores deseos en tu diario transitar por esta ciudad de encuentros y desencuentros.
Pd. Aún tengo el CD de Chico Buarque que me prestaste.
Como dice el libro: "hay un tiempo para abrazarse y uno para separarse"... o algo así. Sin embargo, siempre me resisto a aceptar que las separaciones tienen una razón de ser. Al menos, las que no decidimos.
Perdí tu pista. La facultad dejó de ser el sitio de encuentro cuando ambas terminamos nuestras respectivas carreras y cada una siguió por el sendero que sus personales inquietudes, compromisos y afectos le señaló.
¿Qué pasó? ¿En qué momento nos extraviamos entre tantos cambios de domicilio, teléfono y correo electrónico?
Hace poco pasé por el edificio donde vivías. Recuerdo la primera vez que me invitaste a tu casa, un piso muy iluminado y que de alguna forma, era lo suficientemente espacioso para tu hermano (a quien sólo conocía por apariciones tan súbitas como breves), tu mamá, un tanto seria, aunque siempre muy amable conmigo (sospecho que no le agradaba mucho que la llamara señora) y tú. Aquella vez vimos La muerte en Venecia echadas en la cama de tu cuarto, comiendo pizza. Y fuiste la única persona a la que le gustó mi cassette de cantos gregorianos.
Comenzamos por coincidir en el taller de teatro. Después, terminamos por confluir en gustos y pasiones comunes. El cine. La música. Lecturas. Yo estaba alucinada, pues siempre mencionabas montones de nombres de libros, artistas y canciones que nunca había oído. Como tampoco había conocido a nadie con una sensibilidad tan intensa como la tuya.
Un dia te anuncié que ya sabía qué cosas eran importantes para mí y sin las cuales no podría vivir: leer y escribir, en ese orden. Estuviste de acuerdo conmigo, pues también eran importantes para ti en la misma medida, aunque no en ese orden como me lo demostrabas al compatir conmigo aquellos los poemas y cuentos que comenzabas a escribir.
Ya ha pasado un buen rato desde la última vez en que te vi. Fue un encuentro muy rápido en plena calle. Apenas si hubo el tiempo suficiente para intercambiar saludos y la promesa "te llamo luego".
No estás perdida, sino ausente.
Entre todos estos caminos que vamos transitando también espero el momento en que volveremos a confluir. Sea en breve o no, espero que todo lo que pareció importante, con la desesperación y el deseo de nuestra adolescencia, siga siéndolo ahora, a nuestros treinta y tantos.
Y yo espero ese momento en el que nos veremos para platicar sobre todo lo que nos ha pasado en este tránsito hacia la llamada "madurez"; sobre lo que hemos dejado atrás y a lo que permanecimos fieles. Lo que nos ha lastimado y lo que nos hizo crecer.
Hasta ese momento, Brenda, cuídate y recibe mis mejores deseos en tu diario transitar por esta ciudad de encuentros y desencuentros.
Pd. Aún tengo el CD de Chico Buarque que me prestaste.
MESMAMENTE...
andanzas,
naturaleza humana,
vida
Sí, sí, sí!!!!
Sin alboroto
Sin declaraciones grandilocuentes
Sin craks
Sin contratos multimillonarios
Sin complejos chauvinistas
Sin el "apoyo" de los patrocinadores
Sin transmisión en horario estelar
Sin especulaciones
Sin las hordas de fanáticos
Sin sus alaridos
Sin declaraciones grandilocuentes
Sin craks
Sin contratos multimillonarios
Sin complejos chauvinistas
Sin el "apoyo" de los patrocinadores
Sin transmisión en horario estelar
Sin especulaciones
Sin las hordas de fanáticos
Sin sus alaridos
Sin desfiguros públicos ni privados
Sin bares con megapantallas, pago por evento ni hora feliz
Sin bares con megapantallas, pago por evento ni hora feliz
LA SELECCIÓN FEMENINA DE FUTBOL
GANÓ 3-2 A LA DE EU.
Esos sí son ovarios.
MESMAMENTE...
celebraciones,
futbol,
México,
mujeres
¿Dónde estaré esta noche? (continuación)
... Es lo que me pregunto ahora que una mudanza ya no es posibilidad sino certeza.
Mi momento favorito del día es el ocaso; me gusta ver las ventanas que comienzan a iluminarse a esa hora. A veces puedo distinguir algún detalle como un trozo de cuadro, el color de la pared, el resplandor de la tele. Entonces, me pongo a imaginar quiénes viven ahí, qué hacen, qué suelen cenar... Las luces de las ventanas que se prenden en el ocaso son como las luces del candelero que prometen un poco de esperanza ante la llegada de la oscuridad que lo envuelve todo.
Ahora que ya me obsequiaron la certeza de no poseer ningún lugar, me sigo preguntando:
¿Dónde estaré esta noche?*
...
Ventanas de mi cuarto,
De mi cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién es
(Y si supiesen, ¿qué sabrían?),
Dais al misterio de una calle cruzada constantemente por gente,
A una calle inaccesible a todos los pensamientos,
Real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
Con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
Con la muerte que mancha de humedad las paredes y hace blancos los cabellos de los hombres,
Con el Destino que conduce la carroza de todo por el camino de nada. ...
* Originalmente éste es el título de una obra teatral escrita y dirigida por Claudio Valdés Kuri, sobre la figura de Juana de Arco. Ojalá vuelvan a montarla; aún espero verla.
Mi momento favorito del día es el ocaso; me gusta ver las ventanas que comienzan a iluminarse a esa hora. A veces puedo distinguir algún detalle como un trozo de cuadro, el color de la pared, el resplandor de la tele. Entonces, me pongo a imaginar quiénes viven ahí, qué hacen, qué suelen cenar... Las luces de las ventanas que se prenden en el ocaso son como las luces del candelero que prometen un poco de esperanza ante la llegada de la oscuridad que lo envuelve todo.
Ahora que ya me obsequiaron la certeza de no poseer ningún lugar, me sigo preguntando:
¿Dónde estaré esta noche?*
...
Ventanas de mi cuarto,
De mi cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién es
(Y si supiesen, ¿qué sabrían?),
Dais al misterio de una calle cruzada constantemente por gente,
A una calle inaccesible a todos los pensamientos,
Real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
Con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
Con la muerte que mancha de humedad las paredes y hace blancos los cabellos de los hombres,
Con el Destino que conduce la carroza de todo por el camino de nada. ...
Fernando Pessoa, Tabaquería (fragmento)
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* Originalmente éste es el título de una obra teatral escrita y dirigida por Claudio Valdés Kuri, sobre la figura de Juana de Arco. Ojalá vuelvan a montarla; aún espero verla.
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naturaleza humana,
viaje
Sigo siendo una turista del espíritu
¿Hay turistas en el paraíso?
Dios es un baobab creciendo.
Marina Tsvataieva, Elegía a Rilke
Dios es un baobab creciendo.
Marina Tsvataieva, Elegía a Rilke
Mi anti-lista personal (o las nuevas 7 maravillas del mundo... bizarro)
1. Los Budas de piedra que los talibanes hicieron favor de hacer polvorón.
2. Los tesoros de la civilización mesopotámica que los talibanes gringos también hicieron favor de hacer polvorón.
3. La megabiblioteca Vasconcelos con todo y megabroncas.
4. La réplica de la megabiblioteca en el megarrancho del megarranchero Fox.
5. Los murales del Casino de la Selva, mismos que Wall Mart se encargó de retocar para que no alteraran la decoración.
6. La iglesia franciscana del siglo XVI en Durango que tronó como cohete chino con todo y sus reliquias artísticas, porque a las autoridades encargadas del resguardo y protección del patrimonio artístico jamás se les ocurrió poner un pararrayos que lo protegiera de las tormentas habituales en la región.
7. Los fridabuses, con su decoración rosa-pasteldequinceañera.
Esta lista está abierta y susceptible de ser enriquecida con las maravillas bizarras que tengan a bien mencionar.
2. Los tesoros de la civilización mesopotámica que los talibanes gringos también hicieron favor de hacer polvorón.
3. La megabiblioteca Vasconcelos con todo y megabroncas.
4. La réplica de la megabiblioteca en el megarrancho del megarranchero Fox.
5. Los murales del Casino de la Selva, mismos que Wall Mart se encargó de retocar para que no alteraran la decoración.
6. La iglesia franciscana del siglo XVI en Durango que tronó como cohete chino con todo y sus reliquias artísticas, porque a las autoridades encargadas del resguardo y protección del patrimonio artístico jamás se les ocurrió poner un pararrayos que lo protegiera de las tormentas habituales en la región.
7. Los fridabuses, con su decoración rosa-pasteldequinceañera.
(Arenga napoleónica imaginaria: "Mexicanos: ¡¡cien años de muralismo os atropellan!!")
Esta lista está abierta y susceptible de ser enriquecida con las maravillas bizarras que tengan a bien mencionar.