fue en un cabaret...

Cuando subo un video, es síntoma, casi siempre de que:

a. Me faltan las ideas.
b. Me sobre la ociosidad.
c. Todas las anteriores.

Hasta que volví a ver el siguiente video, me cayó el veinte: qué buena canción es ésta. Y qué decir del video, un mini culebrón con todo y asistencia de una orquesta como las de a deveras, un par de glorias añejas del cine mexicano, por aquello de los homenajes a la época de oro, y, sobre todo, de montones y montones de lentejuelas.

Dejen de lado los tributos, que en este caso se dan a manos llenas: al cine de rumberas, al melodrama urbano emilioelindiofernadeciano, al cine noir, a Clavillazo, a los holanes exhuberantes, a las exhuberantes reinas de la noche y del trópico, etcétera...

- "No me importa que tu novio te haya acabado de dar una tunda. Sales a escena en 5 minutos, reinita."
- Todas quieren ser como Ninón, Andrea, Meche... pero no pueden, ¡no pueeeeden!
- Agradezcamos la templanza y moderación del realizador. El video estuvo a un holán de volverse parodia.
- Daniela/Margot La Croa no tiene qué preocuparse de su pretendiente ex carcelado, rencoroso, golpeador y fumador, sino de la vengativa cola de su vestido rumberil.
- ¿A Clavillazo le está dando un ataque cardiaco o sólo está aplaudiendo?
- Juanga de novio celoso y golpeador... Mmmm, sería más verosímil ver a Daniela La Croa como rumbera golpeadora.

¿Y encima, Daniela/Margot La Croa agradece infinitamente su maravillosa presencia al que le disparó?

Sin comentarios.



*Este desvarío dominical surgió originalmente como comentario al siguiente post. Los bomberos también tiene lo suyo, cómo de que no.

Presentando...

... al verdadero Gato Culto.
(By Byron for Ondinnonk)

Lo que Lola quiere... (y nosotros también)

Hoy, en nuestra gustada sección "Cine que quién sabe cuándo veremos por acá", tendremos el gusto de hablar del filme Whatever Lola wants (Canadá-Francia, 2007), dirigido por el realizador franco-marroquí Nabil Ayouch.

Estereotipos culturales de más y de menos, entre las obras que han pretendido abordar las diferencias culturales entre Oriente y Occidente, así como sus encuentros y desencuentros, tenemos el caso afortunado de una serie de filmes que aportan algo más que la visión del turista extasiado ante el exotismo y confrontado por los límites invisibles e inamovibles de una cultura que no es la suya. Por el contrario, éstos han abordado las complejidades de una relación de atracción-rechazo donde caben todos los matices (La pasión turca, de Vicente Aranda, España, 1994; Hamam, el baño turco, de Ferzan Ozpetek, Turquía-Italia, 1997).

De forma particular, entre estas películas sobresale una serie de historias de carácter muy definido donde la música y el baile poseen un papel central al servir como un medio de expresión y poder para una protagonista, quien, generalmente, se encuentra relegada dentro de la sociedad en la que vive hasta que su talento artístico no sólo la vuelve reconocida y admirada, sino también le permite asumir un papel muy diferente, privilegiado, en comparación con el de otras mujeres.(Los silencios del palacio, de Moufida Tlatli, Francia-Túnez, 1994; Satin rojo, de Raja Amari, Francia-Túnez, 2002). En otras palabras, son películas que buscan ir más allá del mero musical y la estampa folckórica, en las que los personajes femeninos poseen un carácter complejo, transgresor, lo que los vuelve sumamente interesantes, más allá de su condición de heroínas de género.

La película de Ayouch narra la historia de Lola, una neoyorkina que, seducida por el baile de vientre (belly-dance, pues) y por un galán egipcio que no tarda en asumir su rol de machín, decide emprender un viaje hacia Egipto. Ahí conocerá a una legendaria bailarina con la que establecerá una singular relación aprendiz-maestra. Hasta este punto, la historia resulta interesante.

La banda sonora incluye la siguiente versión "world music" del tango que le da nombre a la historia. Disfrútenla y, en tanto, veamos si con un poco de suerte esta película puede llegar antes de diez años a las pantallas locales, sea en una muestra, en un festival, por equivocación o gracias a los dealers del DVD, verdaderos héroes de la cultura cinematográfica nacional.

Pd. Aunque la historia se sitúa en Egipto, la película fue grabada en Marruecos. En la versión original, la protagonista norteamericana habla un fluido francés... Estereotipos culturales aparte, es bueno ver que en todos lados se cuecen habas (E.g. Memorias de una geisha, protagonizada por divas del cine chino y hablada totalmente en inglés, o bien, la selva maya de Apocalypto, situada en el verde corazón de Veracruz, ¡ja!). En fin, es la magia del cine en los tiempos de la globalización. Y por cierto, ¿¿qué le pasó a Natasha Atlas en la cara?? Y no me refiero sólo al desastroso lyp-sync del video en cuestión.

días de sombra y luz

Comenzamos el año con días donde se alterna de forma abrupta lo sombrío y lo luminoso.
Sombra

Ernesto de la Torre Villar (1917-2009) dedicó su vida al estudio y la enseñanza de la historia mexicana. Entre sus muchas obras publicadas destaca, por citar una, la Antología de lecturas históricas mexicanas (México, UNAM, 1994 y 1998, 5 tt.), la cual debería ser parte del acervo básico de todas las bibliotecas escolares de bachillerato y nivel superior del país como una obra indispensable para conocer la historia mexicana a través de una esmerada selección de ensayos, crónicas, relatos, biografías y autobiografías que abarca, en cinco tomos, poco más de cuatro siglos de historia nacional.

Junto con los estudios históricos, Ernesto de la Torre también se dedicó a estudiar y llamar la atención sobre el valor del libro mexicano antiguo (bueno, tan antiguo como lo permite la falta de códices qué estudiar por el hecho de haber sido destruidos en su mayoría durante la Conquista). A este tema dedicó obras y estudios fundamentales para comprender el valor bibliográfico de las obras que se han publicado en México así como el de las personas que de múltiples formas contribuyeron a su realización intelectual, material y artística: impresores, editores, tipógrafos, libreros, bibliófilos.

Motivado por lo que él mismo denominó "eros pedagógico", escribió la Breve historia del libro en México, de la cual cito a continuación un fragmento del prólogo a la tercera edición:

"Estoy convencido que ya casi por finalizar el siglo, es necesario [...] mostrar y valorar el papel que el libro, los diarios y revistas, en fin la letra impresa ha tenido y sigue teniendo. Los cambios substanciales que el desarrollo tecnológico impone, las formas económicas que en ocasiones traban y aún destruyen las iniciativas particulares, imponiendo complicados sistemas de producción y mercantilización de los libros, han modificado el desarrollo de los libros, su elaboración, edición y circulación. Esto lo tenemos que mostrar y por ello me hallo empeñado en ese trabajo que tendrá que renovar o acrecentar lo que se sabe."

(Ernesto de la Torre Villar, Breve historia del libro en México, 3a. ed. corr. y aum. México, UNAM, 1999, 235 pp.)

México ha sido un país de libros. Sigue siéndolo. Y también padece un hambre tremenda de ellos, a pesar de la comida chatarra, pues ésta, si bien proporciona una falsa sensación de hartazgo, no alimenta.

Por eso, porque también pienso que hoy más que nunca se debe mostrar ese valor y porque el trabajo apasionado del doctor De la Torre fue punto de partida para el camino que siguió mi propio trabajo, no encuentro mejor homenaje que la paráfrasis de su dedicatoria a José Vasconcelos en la ya mencionada Breve historia...

A la memoria de Ernesto de la Torre Villar,
cuyo amor al libro y a las bibliotecas
-base para toda cultura- no tiene par.

Luz

Detesto los lunes.



Pero qué hermoso lunes será este 12.

Después de un año volvemos a oír por radio a Carmen Aristegui.

postales de la suave matria

De la serie "Ojalá estuvieras aquí"

Presentamos al único, al incomparable...


Chiquispiolo

rituales de enero (here we go loop-de-loop!)

Hay un cambio notable en la luz diurna del fin al inicio del nuevo año. En comparación con los días de noviembre y diciembre, la luminosidad de los primeros días de enero es de una potencia tal que posee la virtud de renovar y pulir las viejas, conocidas realidades familiares.

Más allá del festejo institucionalizado gozamos de una renovación no sólo cronológica, gracias a la luz de estos primeros días de enero.

Cada inicio de año comienza con propios y personales rituales. Uno de ellos tiene que ver con la película The Blues Brothers (John Landis, EU, 1980), la cual fue renombrada en español como "Los hermanos caradura".

A medida que pasa el tiempo esta película va rebasando el ámbito de mero entretenimiento para convertirse en un monumento a lo mejor de la música estadounidense del siglo XX: junten en una sola película a una figura de la época de las big bands como Cab Calloway, a un blusero como John Lee Hooker, a iconos como Aretha Franklin y James Brown, más otras apariciones no menos especiales como la ex princesa Leia con todo un lanzafuegos o la ex modelo Twiggy, precursora de las musas anoréxicas, amén de una pléyade de intérpretes del jazz, soul y blues.

Landis tiene el mérito de haber revolucionado el videoclip musical con "Thriller", pero con esta película realizó, en parte, un documento y, en parte, una celebración al talento vivo (en ese momento) de verdaderas leyendas, así como de quienes estaban en vías de volverse una.

Por eso, pensando en una celebración, siento que el mejor momento para ver The Blues Brothers siempre es el primero de enero. Es un ritual personal que me llena de la energía y ánimo suficiente como para volver a empezar un nuevo ciclo.

Éste es uno de los mejores momentos de la peli (llena, por lo demás de buenos momentos: el desfile nazi, el concierto en el bar de vaqueros, autos y más autos destrozados, etc.). Aparición especial de Ray Charles y un centenar de bailarines de todas las edades y condiciones. Presten atención a la gente que se encuentra en el puente. Según testimonios de Landis, eran simples espectadores que contemplaban el rodaje de la escena, pero el entusiasmo los desbordó de modo tal que los volvió parte de esta gran secuencia.

Energía y ánimo a manos llenas para todos ustedes, que pasan por aquí. Que este nuevo ciclo, pese a lo que digan, no nos niegue de lo necesario; por el contrario, que sea propicio y todos nuestros afanes y esperanzas tengan respuesta.