Te hicieron pastor. El mejor que conozco.
Pudiste hacer funcionar los transistores y tuviste la música y el vals.
Tenías que salir de puntillas pues yo no te dejaba marchar. Yo te seguía y te seguía. Quería ir a todas partes contigo, verlo todo desde tus hombros y tus ojos. Escucharlo todo desde tu voz.
Ahora toma mis pasos, mis hombros, mis ojos y mi voz.
Los pastores somos unidos.
2 GLOSAS:
La belleza y la brevedad de este post son exactamente proporcionales. Un abrazo, compañera.
TROMPETISTA: Muchas gracias, le mando un fuerte abrazo minimalista! ;)
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