Un lunes por la mañana...

No sé si alguno de ustedes padece/gusta despertarse al son de las noticias matutinas, hábito sólo justificable como ejercicio de masoquismo. Para una servidora es la única forma de ir recobrando conciencia e iniciar el trajín cotidiano. Fue un viernes por la mañana, más bien, cuando nos enteramos que a Carmen Aristegui "la renunciaban".

No voy a mencionar que escucho a Aristegui desde su paso por Imagen de donde salió, a decir de cierto "comunicador", debido a que no tenía el suficiente nivel periodístico para trabajar ahí. Tampoco voy a hablar de las reacciones propias y ajenas ante este nuevo desbarajuste de año nuevo.

En lugar de eso, quisiera retomar una reflexión de la misma Aristegui, durante su última transmisión:

Cuando hay una noticia inesperada “se abre naturalmente el vacío. Al pensar en mi propio vacío, recordé un cuento infantil de Uri Shulevitz que se llama Un lunes por la mañana (...) ¿Qué haré el lunes por la mañana? –fue la pregunta–, y en mi caso no tardó mucho la respuesta: haré lo que no he hecho en los últimos años de mi vida, por estar aquí; llevaré al pequeño Emilio a la escuela”, fueron las palabras con que la periodista Carmen Aristegui cerró un ciclo de cinco años de colaboración en W Radio. (tomado de La Jornada )

Dentro de todo los desbarajustes presentes más los que se vayan acumulando, es una reflexión esperanzadora para este momento. Particularmente, el título del cuento en cuestión me intrigó lo suficiente como para darme a la tarea de buscarlo.

Sorpresa, sorpresa. No sólo lo encontré sino que lo adquirí y leí. El librín en cuestión es una breve historia "infantil" ilustrada, basada en una canción francesa. ¿Por qué resalto la palabra infantil entre comillas? Porque a medida que pasa el tiempo, me doy cuenta que esa categoría es muy relativa y sobre todo, mal entendida como sinónimo de elementaridad, cuando en realidad, cada relectura de esas historias me hacen caer en la cuenta de la belleza y complejidad que encierran. Si pueden conseguirlo, se los recomiendo de verdad.

Comienza más o menos así: "Un lunes por la mañana, el rey, la reina y el principito me fueron a buscar, pero no me encontraron. No importa, dijo el principito, vendremos a buscarlo mañana.
El martes por la mañana, el rey, la reina, el principito y un caballero me fueron a buscar pero no me encontraron. No importa, dijo el principito, vendremos a buscarlo mañana. ..."
Y después de leer este librito, supe cómo quería comenzar la primera clase de este año: hablando de un un rey, una reina y un principito van de visita un lunes por la mañana pero al no encontrar a nadie, prometen regresar al día siguiente. De cada día que nos viene al encuentro. Y de los obsequios del tiempo y lo que nosotros también podemos ofrecerle.

2 GLOSAS:

Lienzo dijo...

tanto que dar a la vida, sólo es cuestión de valor, de no dejarse, de armarse de las personas precisas y no de fantasmas, tan enamorados podemos estar de fantasmas...
amiga hay que vernos para ir al cine
te quiero un chingo!

bandala dijo...

JANIK: Tienes razón. Sólo es cuestión de tan poco y de tanto...
Ah que las querencias fantasmales...
Sí, vayamos al cine pronto, pronto.
Un abrazo muy fuerte!