¿Dónde andas?

...Orita vengo.

En un lugar de la Mancha... (otra de Don Q)

Recuerdo que en aquellas mis lejanas y bucólicas épocas estudiantiles, sobre cada testa se cernía temible la ira del maestro al menor indicio de haber recurrido a la innoble y prosaica monografía adquirida en la papelería de la esquina.

¿Qué habrían dicho mis venerables profesores de haber sabido de la inminente llegada de un medio tan fascinante como tremebundo, capaz poner al alcance de cualquier individuo, o más bien, de su computadora, lo mismo el museo del Louvre que la receta para el chilpachole de jaiba al más puro estilo de la tía Chuchis (por cierto, ¡saludos, tía Chuchis donde quiera que estés!)?

Creo que más de uno se habría maravillado, pero la mayoría habría terminado por horrorizarse, al vislumbrar la maraña de retorcidas artimañas que las siempre inquietas mentes pubertas desplegarían con tal de aprovechar al máximo esta bendición que permite reducir al mínimo el tiempo y esfuerzo invertidos en la ingrata labor de las tareas escolares y parece multiplicar el tiempo destinado al sabroso ocio, el cual, como bien se sabe, jamás será suficiente.

Junto con el advenimiento del internet, también hemos llegado al punto en el que conceptos como plagio y cita no citada, por ejemplo, también se tornan sumamente ambiguos, aunque no tanto como para no poder distinguir los límites de uno y otro. Dante ocultó sagazmente la existencia de un círculo infernal dedicado exclusivamente a castigar la defraudación académica, pues adivinó que conforme pasaran las épocas y costumbres, este pecado se iría transmutando a formas tan variadas como impredecibles.

Volviendo al tema que ocupa por completo mi existencia durante esta semana, esto es, el trance de las calificaciones trimestrales, me encontré con la siguiente joya, mientras verificaba las fuentes electrónicas de algunos reportes de lectura cuyos autores (los de los reportes) habían omitido mencionarlas pero que, gracias a este detalle, ganaron ya su boleto directo al examen final.

Como decía, encontré el siguiente recadito en un foro de preguntas y respuestas. Ojo: se respetaron sintaxis y ortografía originales. Deleitese.

Solicitud:
- NECESITO EL RESUMEN DEL LIBRO DE DON Q... DELA MANCHA. ES PARA UN TRABAJO FINAL.

Respuesta:
- si quieres un resumen completisimo de tu trabajo y qeu no sepan que no es tuyo, entra a esta pagina http://www.sensasionaldevagos.com, ahi encontraras resmunes, monografis y todo lo que necesitas saber de lo que quieras encontrar y mucho mas de Don Q..., no se daran cuenta de que no lo hicistes a conciencia. Ojo, cuidado con la mediocridad que no se te vuelva costumbre, solo de vez en cuando.
















Lo bueno es que no nos daremos cuenta...

Bienvenido, febrero

Un buen inicio de mes con el primer fin de semana que se extiende hasta el lunes.

Iniciemos, pues, con poco de música para conjurar este negro inicio de año (y el trago amargo de los promedios trimestrales).

¡Hey, familia! Danzooooooooooón dedicado a la estimada y nunca bien ponderada comunidad de contertulios que circula por este blog, y visitantes eventuales que nos hacen el honor.

boomp3.com

exilio elemental

Para practicar el exilio no es necesario un pasaporte. Ni siquiera contar con una maleta.

En esta disciplina no hace falta aprender geografía, pues las fronteras físicas no son condición indispensable.

Tampoco se necesita aprender otro idioma o comenzar a desconocer el propio.

El verdadero exilio comienza en el interior de uno.
Se queman las fotos, tarjetas de navidad, boletos de cine, agendas telefónicas, pero no desaparecen, sino que arden intermitentes en el silencio de la noche.

No, no hacen falta las fronteras para ser nómada de nombres, fechas y lugares.

Una última anotación: no hay desierto más desolado que una ciudad y hay quien sin salir de su casa jamás ha de regresar.

Abdullah Sidran, poeta bosnio, leyendo su poema "Pesadilla" en el Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia, en 1996.



Este poema también fue incluido, a modo de introducción, en la película El círculo perfecto (Dir. Ademir Kenovic, Bosnia-Herzegovina/Francia, 1997), de la cual Sidran fue coguionista.

(No se pierda la próxima entrega de esta serie: La letanía como una de las bellas artes)