la sombra del fenix

Creí conocer, pero en realidad, no conozco nada.

Creí saber algo del exilio, pero ¿qué sé?, si yo misma me he exiliado:

Pierdes un nombre, pierdes lugares, afectos, rostros, horarios.
Y sigue viviendo, aunque no podrás volver a tu casa, familia ni lugares, como tampoco podrán recuperarte a ti, que te has ido.

Vivir sabiendo que no eres quien se va, sino todo te abandona para no volver.

Y sin embargo, hay vida después de todo.
Hay alguna clase de vida que te hace ser otro también.

Hay esperanza, pero no en la memoria de los afectos sino en la promesa de una victoria final: tras el desierto del dolor y la ausencia; más allá del abismo de la soledad y del polo antártico del silencio, hay un fuerza cimbrante que vive, desaparece y vuelve de nuevo, llenándolo todo, inundando cada minúscula partícula que forma parte del universo.

La certeza de renacer.



Si algo sabemos quienes nos encontramos en la tempestad, dando traspies entre las tinieblas, es que nunca es más hermoso el cielo ni brilla tanto el sol como cuando la oscuridad se disipa al fin.

Pd. Gracias Mosén, por esta canción y por tus palabras.

2 GLOSAS:

Tania dijo...

Lo hermoso de la destrucción de un ser humano es que éste tiene la libertad de reinventarse a su propio capricho, una vez que se ha liberado de todo aquello que la suerte, el destino y la crianza le habían echado encima. Bienvenida toda reinvención porque nos abre las posibilidades de cometer nuevos errores.

Te mando un abrazo lleno de cariño para estos días de frío.

bandala dijo...

TANIA: Como dice la canción, es duro pero muy bueno el oficio de morir y renacer. Bienvenidas las nuevas posibilidades y los nuevos errores para seguir en el aprendizaje del oficio.
Te mando un abrazo muy fuerte también. Gracias por estar aquí presente y por estar conmigo.